Ultima vuelta

Parecía ser un fin de semana de sorpresas en Interlagos, desde el viernes en que Mark Webber, con el modesto Jaguar verde había marcado la pole provisoria en la vieja Pre Clasificación.

B ajo piso seco Rubens Barrichello había logrado una apretada pole frente a su público, encerrando a David Coulthard, Webber y Kimi Raikkonen en menos de una décima. Con Michael Schumacher en séptimo puesto, el brasileño era gran candidato a ganar en casa. Detrás del alemán, largaba Giancarlo Fisichella, con el auto 100% amarillo de un equipo Jordan que avisoraba un 2003 en el fondo de la grilla.

Para la hora de la carrera, sobre el José Carlos Pace de San Pablo caía un aguacero que obligó a largar con Safety Car, y recién en la séptima vuelta apareció la esperada bandera verde. En ese lanzamiento, Barrichello comenzó a arruinar su fin de semana, cuando una levantada excesiva y a destiempo comprimió el pelotón de 20 autos, dejando al McLaren de Coulthard a la cola de la Ferrari, para tomar la punta en la primera curva.

La pista estaba para gomas Intermedias, pero en la parte más baja de la misma, a la salida de la S de Senna, corría un verdadero río. El acqua-planning era inevitable, y se cobró víctimas como el propio Schumacher, Juan Pablo Montoya, Antonio Pizzonia y Jenson Button, derivando en sucesivos ingresos del Safety Car.

 Con el correr de la carrera tomaron forma dos protagonistas: por un lado Fisichella, quien había parado para llenar su tanque de nafta al tope en las primeras vueltas bajo Safety Car y avanzaba a medida que sus rivales iban a boxes, y Barrichello, quien empujado por su público, había recuperado la punta y se encaminaba al triunfo promediando la carrera.

Pero la ilusión de Barrichello se acabaría en la vuelta 47 con la bomba de nafta, que lo dejó a pie frente a su gente. Con mucho trabajo, y ayudado por los abandonos, Fisichella estaba tercero detrás de los McLaren entrando en el último tercio de carrera. Coulthard paró, dejando a Raikkonen en la punta, con el Jordan amarillo del italiano justo detrás.

Una nueva parada en pits estaba a la vuelta de la esquina para los dos punteros, pero llegando a la vuelta 54 la carrera dio un giro brusco. Webber perdió el control del Jaguar en la subida de los boxes y lo destrozó contra el paredón externo. Mientras se preparaba el Safety Car, Fernando Alonso, que iba tercero, se llevó por delante una goma del auto del australiano, e impactó muy fuerte contra la pared de gomas. Era bandera roja y 75% de la carrera cumplido.

La competencia se había terminado, y Fisichella festejaba junto a todo Jordan un triunfo inesperado. De golpe, la incertidumbre se apoderó del paddock. “¿Qué? ¿Que ganó quién?”. Los comisarios deportivos definieron que la bandera roja había sido en la vuelta 55, el reglamento indica que la carrera se termina con una vuelta antes de la última cumplida, en ese caso el líder era Raikkonen. Y el triunfo se iba para McLaren…

El segundo puesto ya era una hazaña para los muchachos de Eddie Jordan,  pero la desazón por perder la victoria también era enorme. Un Fisichella que iba de la satisfacción a la cara larga, descorchó el champagne, casi por compromiso, parado en el segundo escalón del podio, con Raikkonen en el primero… y Alonso en el hospital del circuito, atendido tras su brutal accidente.

Días después se revisaron tiempos e imágenes y se comprobó que Fisichella ya transitaba la vuelta 56, luego de cerrar la 55 en punta y la 54 también al superar a Raikkonen. Por lo tanto, en el Gran Premio de San Marino, dos semanas después de Interlagos, se procedió al intercambio de trofeos y una breve ceremonia de premiación. Sería la última gran alegría de un equipo que llegó a pelear la Copa de Constructores en 1999, y que cerró sus puertas a fines de 2005 con dos pole positions y cuatro triunfos.