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09 de Diciembre

INVASION DE PUBLICO: UNA HISTORIA SIN FIN

La última competencia del Turismo Carretera en Buenos Aires se tuvo que terminar antes debido a que un grupo que se reconocen como fanáticos se metieron a la pista en plena carrera. Un día va a terminar mal...

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impresionante documento de Guillermo Cejas. La gente corriendo y el auto de Mazzacane a metros en plena recta.

impresionante documento de Guillermo Cejas. La gente corriendo y el auto de Mazzacane a metros en plena recta.


El público invadió ayer la pista mientras se disputaban las últimas vueltas de la final del Turismo Carretera en Buenos Aires.

Faltaba poco. Juan Manuel Silva saboreaba nuevamente las mieles de la victoria teceista, esa que se le venía negando hace rato y que desde el 2008 no lo veía en lo más alto del podio.

El otro análisis lo tenía a Diego Aventin como protagonista, el piloto de Ford entraba en los últimos metros de competencia, tramo que lo llevaría por primera vez a la conquista del tan preciado tesoro: el campeonato de TC.

La falta de cuidado propio por parte del público y las pocas medidas de seguridad del autódromo hicieron que los denominados fanáticos aparezcan al costado del asfalto, como aquel Turismo Carretera de la ruta, para festejar con sus ídolos.

La carrera terminó antes, la fiesta debió finalizar temprano y con la bandera a cuadros debido a la inocencia de público que estaba tan cerca de maquinas sumamente pesadas que, como todos sabemos, transitan a altas velocidades por el “Oscar y Juan Gálvez”.

El telón bajo que implementó la categoría fue atinado debido a que se prefirió priorizar el festejo de un campeón antes de lamentar una victima, realmente se vio una importante cantidad de público caminando por el circuito como si fuera la peatonal de Florida.

El automovilismo argentino junto con los autodromos parecería carecer de una estrategia o de una medida acorde a que un grupo de inconcientes no sean los encargados de decidir cuando se termina una fiesta.

El fin apresurado de una carrera por invasión de público no es el problema, lo que debemos ver es que el día de mañana el automovilismo va a encarar una tragedia por culpa de la negligencia de unos pocos.