Ultima vuelta

"Son pruebas que tienen un costo y una complicación, pero está la decisión de buscar éste y otros grandes eventos”. Con esta declaración del Ministro de Turismo se volvió a encender el semáforo rojo de la Fórmula Uno a la Argentina. Un evento que ya no puede ser costeado íntegramente desde el sector privado, como lo fue en otras épocas. Es por eso que para que la máxima esté en suelo local, es importante que estén de acuerdo las autoridades gubernamentales nacionales. Pero la pregunta es, ese semáforo rojo ¿pasará a verde?
 
La desconfianza de la concreción de los dichos de Santos remiten al coqueteo constante con esta idea que hay desde hace ya muchos años, de los que participaron todos los gobiernos entrantes desde la última edición en Buenos Aires hasta el día de hoy.
 
La declaración surgió de una entrevista en la que el Ministro, además de poner a la Fórmula uno como “un objetivo firme” también habló de organizar en conjunto con Uruguay el mundial 2030 de fúbol, a propósito de los 100 años del campeonato y otros eventos y desde luego que despertó el entusiasmo. Aunque ahora hay que ver si solo queda en ese entusiasmo o si se continúa con las tramitaciones y todo lo necesario hasta volver a tener a la máxima categoría del automovilismo mundial en Buenos Aires.
 
Es evidente que para eso y en el caso de ser el Autódromo Hermanos Gálvez la sede del importante evento, la renovación del dicho circuito es una obligación. Por eso habrá que esperar a la aprobación de la Ley Autódromo, mediante la cual se comenzaría dicha gestión mediante un fideicomiso.  
 
¿Tendremos F1 en 2018 o más adelante? ¿Se concretará esta vez después de tantos intentos fallidos? Por ahora, solo preguntas.